El Servidor de Dios Heifal Cuevas lo lleva a una oración semanal de adoración, enseñanza, intercambio y escucha. Cubre temas de curación de heridas pasadas, el establecimiento de patrones relacionales poco saludables y el crecimiento en identidad e intimidad. En lo profundo de cada uno de nosotros está el deseo que Dios nos ha dado de conocernos y ser conocidos por Él y por los demás. Anhelamos relaciones saludables y completas y, sin embargo, luchamos. Queremos ser amados y amar bien. Sin embargo, cada uno de nosotros experimenta deseos que compiten y entran en conflicto, algunos que nos mueven hacia la vida que esperamos y otros que nos alejan de esa vida.